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Los mexicanos: 2500 años de retrato

Angélica Abelleyra | 01.04.2018
Los mexicanos: 2500 años de retrato

 

En una tarea titánica, casi inabar- cable, de ofrecer los rostros de México a través del arte, el libro Los mexicanos: 2500 años de retrato reúne quinientas doce imágenes de pinturas, grabados, esculturas, fotografías y videos para reflexionar sobre las identida- des de lo mexicano por medio de sus perso- najes, escenarios y temperaturas.

De la mano de especialistas en cada área, el volumen hace un recorrido por la época prehispánica con la portentosa pre- sencia de las cabezas olmecas y las figuras de Tlatilco; pasa por la pintura de castas, os retratos del Virreinato con sus ángeles y demonios, así como por los daguerrotipos de hombres y mujeres anónimos del siglo xix que darían paso al enorme crecimiento de la fotografía como espejo fiel de las fisonomías y, luego, a su pugna; también cruza el puente hacia la modernidad del si- guiente siglo, el XX, con los archiconocidos autorretratos de Diego Rivera, Frida Kahlo y Juan O’Gorman, que, en su cualidad figurativa, derivaron con los años en la rup- tura de apariencias y cuerpos con Alberto Gironella, José Luis Cuevas, Gilberto Aceves Navarro y Francisco Toledo. Asimismo, el libro navega por esos ríos que han empa- pado a las generaciones más próximas, proclives a la metáfora, al uso de soportes efímeros y a la crítica política directa, con Mónica Castillo, Nahúm B. Zenil, Julio Galán, Gabriel de la Mora y Gustavo Monroy como creadores, y cierra con las manifestaciones artísticas colmadas de rasgos simbólicos, irónicos y hasta subver- sivos de Minerva Cuevas, Miguel Calderón, Carlos Amorales y Teresa Margolles.

En una impecable edición, con profu- so despliegue iconográfico, el historiador Miguel León-Portilla inicia el recorrido. Relata el juego de espejos que son nues- tras vidas a través del pasado indígena mesoamericano donde fueron esculpidos y pintados los gobernantes, caudillos y mujeres en murales, cerámicas y códi- ces. A ese periodo le siguen las presen- cias que dieron rostro a la Nueva España: santos, virreyes y ricos, trasladados al lienzo por Miguel Cabrera, Cristóbal de Villalpando y José Luis Rodríguez Alconedo. Continúa el periplo el antropó- logo francés Jacques Lafaye, para quien la historia del retrato es la historia de la lucha humana contra la muerte. Inicia su análisis con el nacimiento del género en los siglos XIV y XV, en Flandes e Italia, para después recorrer el Siglo de Oro es- pañol, la Francia e Inglaterra del XVII al XIX y la tradición en la Nueva España y en el México republicano. Lafaye disecciona el sentido del retrato como objeto y como ídolo, deambula del retrato privado al público, así como por el papel del pa- tronazgo en el acontecer pictórico del Renacimiento y la relación del artista con sus modelos. En imágenes transcu- rren Francisco de Zurbarán, Caravaggio, Simone Martini, Hans Memling, Frans Hals, Durero, Van Gogh, Goya, Delacroix, Alechinsky y Egon Schiele.

El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma escribe sobre “Los hombres del maíz” y cómo en el mundo prehispáni- co, el retrato, como tal, se concentraba en dar rostro a los dioses: Tláloc, Quetzalcóatl, Huehuetéotl y Mictlantecuhtli, por nombrar a algunos, que son analizados tanto en sus rasgos corporales e iconografía como en el papel que jugó cada uno en la cosmogonía mesoamericana. El resto de los hombres y mujeres era representado no como perso- najes específicos, sino como individuos en tareas cotidianas de la guerra, del comer- cio y de la vida doméstica. El especialista aclara que, a diferencia del retrato a la manera occidental, en el mundo prehispá- nico los “artistas” no firmaban sus obras, y las imágenes estandarizadas se diferencian entre sí por el glifo, las insignias o los contextos que las determinan. Finalmente, describe el género del retrato de nuestros ancestros prehispánicos como puente en- tre los dioses y los hombres.

Entre los materiales que conforman este libro se cuentan los textos de Patrick Johansson, quien habla de “El retrato in- dígena antes y después de la Conquista”; Guadalupe Jiménez Codinach, que aborda “Un tesoro único e irrepetible: la galería de virreyes de la Nueva España 1535-1821”; María del Consuelo Maquívar, quien subraya las “Imágenes para recordar: el retrato barroco novohispano”, y Tomás Pérez Vejo, que analiza “Del Barroco al neoclásico o del retrato de estatus al de condición”. Por otro lado, el siglo XIX es bosquejado en la investigación de Esther Acevedo; John Mraz se concentra en la fotografía, desde su surgimiento hasta los periodos de la Revolución y la “identidad” mexicana configurada por extranjeros como Hugo Brehme, Tina Modotti y Edward Weston, cerrando con las aportaciones de Kati Horna, Nacho López, Walter Reuter, Graciela Iturbide y Pedro Meyer, y con la carga de fotoperiodistas que han dado otros rostros al México contemporáneo: Francisco Mata Rosas, Marco Antonio Cruz y Elsa Medina.

En el siglo XX pictórico, Luis-Martín Lozano hace un repaso de “El retrato en la modernidad de las artes plásti- cas de México: 1900-1945”; Teresa del Conde realiza una auscultación de “La Ruptura y el retrato”; Blanca González Rosas se concentra en “El retrato en la contemporaneidad”, y Patrick Charpenel concluye el volumen con una recapitula- ción en “Mímesis e identidad: el retrato en el México contemporáneo”.

Así, como bien sugiere en su texto Lafaye, “el retrato da tanto de sí, que he- mos de limitarnos a bosquejarlo [y] dar pis- tas para futuras exploraciones”. Este libro es, pues, apenas un acercamiento. Ojalá le sigan otras iniciativas que enriquezcan la tarea de ahondar en ese género que tantos rostros nos da en el presente. EP

 Angélica Abelleyra es periodista cultural y es auto- ra de los libros Se busca un alma, retrato biográfico de Francisco Toledo (Plaza & Janés, 2001) y Mujeres insumisas (UANL, 2007).

 

Los mexicanos: 2500 años de retrato, Fundación bbva Bancomer / gm-Espejo Imagen, México, 2017

 

Miguel Cabrera, Sor Juana Inés de la Cruz, 1750, óleo sobre tela, 207 x 148 cm
Museo Nacional de Historia, Ciudad de México. Secretaría de Cultura-inah-mex. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia

Édouard Pingret, Autorretrato, 1852, óleo sobre tela, 101 x 81 cm
Colección particular

OBRAS INCLUIDAS EN LOS MEXICANOS: 2500 AÑOS DE RETRATO

Francisco Toledo, Autorretrato I, 1996, óleo, encáustica, hoja de plata y oro sobre madera, 35.5 x 35.5 cm Colección particular
Fotografía de Gilberto Chen

José Clemente Orozco, Autorretrato (detalle), 1946, óleo sobre tela, 65 x 55 cm
Museo de Arte Carrillo Gil. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, 2017

Fernando García Ponce, Autorretrato, 1984, técnica mixta sobre tela, 235 x 351 cm
Colección particular

Julio Galán, sin título, 2001, óleo sobre tela, 190 x 130 cm
Colección particular

Julio Ruelas, La crítica. Autorretrato, 1906, aguafuerte, 18 x 15 cm
Colección particular

Mural del hombre águila en el muro sur en el pórtico del edificio A (detalle), cultura olmeca-xicallanca, epiclásico (650-900 d. C.), pigmentos minerales sobre estuco, zona arqueológica de Cacaxtla-Xochitécatl, Tlaxcala. Fotografía de Rafael Doniz

 

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