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#ELECCIONES2018: Monitoreo de la elección presidencial 2018: encuesta de encuestas  

(Cuarta parte: últimas encuestas hasta 4 junio 2018)  

Enrique Alduncin Abitia | 01.06.2018
#ELECCIONES2018: Monitoreo de la elección presidencial 2018: encuesta de encuestas  

Intención de voto efectiva promedio mensual. Avances y retrocesos

En los últimos diez días de mayo y el inicio de junio, después del segundo debate, apreciamos un importante cruce de votos que no será el último. A continuación los cambios para cada candidato (ver Cuadro 1 y gráficas 1, 2 y 3).

  • Andrés Manuel López Obrador. Del 1° de enero al 4 de junio registra un avance en intención de voto promedio de 36.7% a 50.1%, un incremento de 13.5 pp. y porcentual de 36.7%. En los últimos quince días avanza 5.1 pp, casi el 40% de lo ganado en todo el periodo. Hasta esta fecha incrementa su intención de voto en 6.5 millones, suman sus seguidores alrededor de 26.4 millones.
  • Ricardo Anaya. Aún en segundo sitio, sufre una pérdida cuantiosa al grado de tener una menor intención de votos que al inicio del año. Declina en todo el periodo 2.8 pp. con un decremento de 10.2%. Ha visto pasar sus votos a otros candidatos: en los últimos quince días casi 1.9 millones.
  • José Antonio Meade. En tercer sitio, avanza 1.5 pp. pero aún cuenta con menos votos que cuando inició, ya que de enero al 4 de junio su porcentaje de intención de voto pasa de 25.9% a 20.3%, reducción de 5.6 pp. y de 21.6%. Han abandonado las filas del candidato del PRI en este lapso 3.3 millones de electores.
  • Margarita Zavala. Ante su declinación los ciudadanos que la apoyaban cambian a otros partidos o al independiente que permanece. En la última quincena retrocede de 2.3 pp. y desde que inicia su campaña sufre la pérdida de 2.66 millones de votos, ve reducidas sus huestes a poco menos de la décima parte, de tres millones a 371 mil.
  • Jaime Rodríguez. Incrementa su intención de voto de 1.4% a 4.1% y en dos semanas 1.6 pp, un avance de casi 200% desde su arranque. De 758 mil votantes a su favor pasa a casi 1.4 millones.

Gráficas: Elaboración de Alduncin y Asociados con datos de Wikipedia.

 

 Diferencias entre principales candidatos

  • AMLO con Ricardo Anaya. Con la transferencia de intención de votos descrita la distancia se ensancha y tres semanas antes de la elección es incluso superior a los votos con los que cuenta. Ello se debe a que los votos que perdió se fueron con AMLO, lo cual duplica su efecto adverso. La brecha se incrementa de 14.4 pp. a 25.3 pp. (ver Cuadro 2 y Gráfica 4).
  • AMLO con José Antonio Meade. En quince días la diferencia subió de 26.3 pp. a 29.8 pp. lo que indica que también el PRI ve menguada su fortaleza.
  • Ricardo Anaya con José Antonio Meade. La diferencia entre Anaya y Meade declina a la mitad, baja de 11.9 pp. a 4.5 pp, a menos de la mitad. Sus intervalos de confianza se cruzan e indican un empate, lo que implicará una lucha más despiadada por el segundo lugar. Si se hacen mucho daño, ambos terminarán perdiendo como en los meses de febrero a abril., mientras se despedazan por un voto útil que difícilmente les concederá la victoria. El candidato de “Juntos haremos historia” puede atraer aun más votos para consolidarse y lograr un poder legislativo en el que sus huestes sean la mayoría.

Gráficas: Elaboración de Alduncin y Asociados con datos de Wikipedia.

 

Evaluación de las encuestas

A continuación se comenta para cada candidato qué encuestas lo favorecen (color naranja) y cuáles le restan puntos (color amarrillo), así como las encuestas que se dejan de lado por exceder los límites del intervalo de confianza respecto al promedio en el periodo del 21 de mayo al 4 de junio (ver cuadros 3 y 4).

  • Andrés Manuel López Obrador. La encuesta de Pop Group lo desfavorece en el período considerado y excede el límite superior de Meade, por lo que lo sobreestima. Asimismo, Arias Consultores sobrepasa el límite superior siete veces, por lo que desechamos como falsa su encuesta.
  • Ricardo Anaya. La encuesta de Arias Consultores estima su intención de voto varias veces su desviación estándar en el límite inferior, otro argumento para descartarla.
  • José Antonio Meade. De nueva cuenta Arias Consultores se descalifica por desfavorecer más allá del rango permitido por la encuesta de encuestas al candidato del PRI. 

 

 

Guerra contra las encuestas

En otras elecciones presidenciales se presentaron guerras de encuestas, notoriamente en la de 2000. En la elección de 2018 encontramos este fenómeno, que ya alcanza niveles de virulencia en las redes sociales. Su motivación y origen es tratar de tapar el sol con un dedo, negar la veracidad de las encuestas que ubican en posiciones no competitivas a los candidatos de su preferencia frente a otros que no les gustan. Se dice que las elecciones no se ganan con encuestas y, efectivamente, son sólo un instrumento para medirlas, pero igual que en la antigüedad el mensajero con malas noticias era degollado, hoy se pretende desacreditar a las encuestas y se pide por favor y con falsedades que no les crean y que no se ha perdido la batalla. A continuación algunos ejemplos actuales de esta guerra.

Reforma equivoca los resultados de la elección de 2012, un déja vù

Una gráfica de barras ilustra las encuestas atribuidas al periódico Reforma en los meses de noviembre, abril y mayo, previas a la elección de 2012. Sus datos se presentan en el Cuadro 2, al que agregamos los resultados oficiales. Describen una intención de voto para Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM) declinante, pero ninguna concuerda con las verdaderas (ver Cuadro 5). En efecto ese fue el caso: Peña inició con un alto porcentaje de 49% y no con el mencionado 42%, lo baja a 34% en abril, cuando su decremento real en marzo fue de 45% (equivoca el mes y el dato difiere once puntos porcentuales pp.); en la última encuesta del 31 de mayo lo ubica en 26%, cuando Reforma publicó 38%, el resultado oficial fue 39%, nada mal como pronóstico a un mes de las elecciones, error de sólo un pp. Respecto a AMLO, coincide el primer mes (noviembre en 32% en ambas, falsa y verdadera), casi coincide en abril con 31% (verdadera de marzo: 32%) y en mayo la encuesta falsa previa a la elección lo ubica en 43%, arriba de la intención de voto mencionada de Peña y 11 pp. superior al dato que publica Reforma 34%. El resultado oficial fue de 32%, error de sólo dos pp. Tratan de hacer creer que AMLO era el líder de la contienda y que Peña ocupaba el segundo lugar, 43% vs 26%, y que a pesar de la diferencia de 17 pp. ganó Peña, lo que implica que la última encuesta de Reforma estuvo rotundamente equivocada. Se olvidan de que Peña, como ahora AMLO, fue puntero durante toda la contienda y la brecha más pequeña entre ellos precisamente fue esta de Reforma de sólo cuatro pp. Peña gana la presidencia de acuerdo con el conteo oficial de los votos por casi siete puntos (6.8 pp.), es la intención de esta propaganda basada en mentiras hacer creer que se está repitiendo la historia de hace seis años y que los candidatos que ahora están a más de veinte pp. de AMLO pueden aún revertir la intención de voto y ganar. La historia real fue exactamente al revés, AMLO fue de atrás para adelante, cerrando la brecha con el líder. Se puede recordar la historia en dos artículos de Alduncin en Este País 254 y 256.

 

Intención de voto de encuestas Reforma. Elección presidencial 2012. Falsa y verdadera. Barras, graficas 5 y 6.

 

Intención de voto de encuestas Reforma. Elección presidencial 2012. Falsa y verdadera. Líneas, graficas 3 y 4.

 

 

 

 

Gráficas: Elaboración de Alduncin y Asociados con datos de Wikipedia.

 

 

Se equivocan las encuestas en Colombia, no atinan una

El Universal publica el 29 de mayo un artículo de Alonso Cedeño que posteriormente en WhatsApp y tweets se reproduce viralmente, el título: “#EleccionesColombia: se equivocan las encuestas, sólo una acertó la conformación de los candidatos que van a la segunda vuelta. A un mes de que terminen las campañas en México vale la pena resaltar el triste papel de las encuestas en la elección colombiana: solamente uno de los ejercicios acertó a la conformación de la segunda vuelta. Muchos anticipaban incluso una victoria en la primera vuelta. Por lo que respecta a la polarización generada por el candidato considerado “populista” muchos anticipaban una victoria incluso en vuelta única, cosa que no sucedió, incluso quedando a una considerable distancia de Duque. Al final parece que impera la razón y el voto útil y no las redes y las encuestas. ¿Será así en México?”.

El Universal inicia una campaña contra las encuestas y participa con noticias falsas, tergiversando la realidad. Sólo se puede desmentir esto con hechos y con el análisis de las últimas encuestas antes de la elección, todas verificables en Wikipedia y las fuentes originales que proporciona por medio de sus enlaces.

Con la metodología descrita en la parte 1 de esta serie de artículos se presenta en el Cuadro 1 la intención de voto bruta, tal como la presentan las encuestadoras. En la última columna se puede observar el porcentaje de votos blancos y nulos, así como la no respuesta a la pregunta de intención de voto. Esta es la materia prima para poder comparar estos resultados, donde se estima la intención de voto efectiva asignando en forma proporcional el porcentaje correspondiente a esta última columna a cada uno de los candidatos (ver cuadros 5 y 6, Gráfica 1).

  

En este cuadro y su gráfica se pueden descalificar con hechos las afirmaciones falsas publicadas por El Universal:

  1. Se equivocan las encuestas, sólo una acertó la conformación de los candidatos que van a la segunda vuelta. Los candidatos que ocupan el primero y segundo sitio, Iván Duque Márquez y Gustavo Petro, lo mantienen todo el tiempo y ello los califica para pasar a la segunda vuelta, además ocurre en todas las encuestas, por lo tanto todas aciertan en definir los contrincantes finales para la presidencia.
  2. Solamente uno de los ejercicios acertó a la conformación de la segunda vuelta. Muchos anticipaban incluso una victoria en la primera vuelta. Reiteración de la falsedad demostrada en la gráfica, también es claro que el líder nunca rebasa la cota de 50% en intención de voto, lo que implica la necesidad de realizar la segunda vuelta. Se habla de muchos cuando ninguna encuesta presenta una victoria en la primera vuelta. En el Cuadro 4 se puede observar que el máximo valor que alcanzó el puntero fue 42.9%, con un mínimo de 37%. Estuvo lejos de lograr la mayoría simple.
  3. Por lo que respecta a la polarización generada por el candidato considerado “populista” muchos anticipaban una victoria incluso en vuelta única, cosa que no sucedió, incluso quedando a una considerable distancia de Duque. Se trata de aparentar una situación similar a la de México, el primer sitio nunca deja de ser abanderado por Duque, que mantiene una amplia brecha con el resto de sus contrincantes. Iván Duque puede ser considerado de derecha y Gustavo Petro de izquierda, el primero es abogado con posgrado en Derecho Internacional Económico y Gerencia Públicaen Estados Unidos, trabajó en la Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo y fue senador; el segundo fue guerrillero del M-19, es economista con un posgrado en Desarrollo, Población y Medio Ambiente en Bélgica, ha sido concejal, representante a la Cámara y senador y fue alcalde de Bogotá (2012-2015).
  4. Vale la pena resaltar el triste papel de las encuestas en la elección colombiana. ¿Cómo se puede afirmar que las encuestas fracasaron, cuando en cada encuesta los errores de las estimaciones medidos por la diferencia entre el resultado oficial y la estimación para cada candidato en la gran mayoría son inferiores al margen de error esperado +/-3%, con un nivel de confianza del 95%? (ver Cuadro 3). La mejor encuesta corresponde al Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica CELGP, con un error promedio para los cinco candidatos de sólo 2.2%, le siguen Guarumo con 2.7%, otra medición de CELGP con 2.8% y la encuestas de encuestas con 2.9%, que se pueden calificar de excelentes. Otras cinco son muy buenas, con errores promedio de 3.1% a 3.5%. Sólo dos encuestadores tienen promedios de 3.8% y 4.6%, que no son malas. Cabe destacar que el margen de error para las estimaciones del primer lugar son todas, menos una, menores al 3% y para el segundo sitio ocurre igual, excepto para cuatro casas encuestadoras. Respecto al tercer lugar se subestimó notoriamente su intención de voto en casi todas las encuestas, con errores superiores a dos veces el margen de error. Lejos de fracasar, los encuestadores colombianos tuvieron un gran éxito.

 

Mensaje de WhatsApp malintencionado

#Very ficado2018 @Dios_Tollotzinx Hoy Colombia nos demuestra que las encuestas ya no sirven como herramienta de pronóstico, el candidato comunista aventajaba hasta 20 puntos, hoy terminó en quinto en la elección, estamos listos y vamos por el #VotoUtilVsAmlo.

El amable lector ya cuenta con evidencia para juzgar si esta pieza de propaganda es verdad o mentira. Otra cosa es que racionalmente o emocionalmente vote por otro candidato que no es su primera opción, cuando este ya no tiene posibilidad de ganar de acuerdo con las encuestas. ¿Pero cómo lo hará si no cree y desconfía de las encuestas?

 

 

 

 

Gráfica 5. Elección presidencial de Colombia. Intención de voto efectiva, últimas encuestas

 

 

 

Gráfica 6. Elección presidencial de Colombia. Intención de voto efectiva, diferencia entre candidatos 1° y 2° y entre 2° y 3°



Gráficas: Elaboración de Alduncin y Asociados con datos de Wikipedia.

 

 

Santander ve fallo en encuestas que coronan a AMLO

Los analistas económicos de este banco en la matriz de Nueva York sacan un conejo del sombrero de mago. Comienzan por asombrar al respetable público distinguiendo que las encuestas se presentan en dos formatos: intención de voto bruta y efectiva. La segunda resulta de la primera al asignar proporcionalmente un residual denominado incorrectamente “indecisos”, que incluye personas que no responden, votarán en blanco, no saben o contestan que su voto es secreto (ver primera entrega de esta serie, sección: cómo leer encuestas). Asombran descubrir que las encuestas para el mismo mes de dos casas encuestadoras después de todo difieren poco en sus estimaciones; esto es común y se denominan encuestas espejo (ver Cuadro 10). Después de mostrar cómo se efectúa esta asignación deciden implícitamente que no es correcta, que tienen una mejor idea de cómo asignarlos.

 

 

Se basan en una serie de preguntas que realiza la encuestadora Pop Group en alguna encuesta a los “indecisos” (ver Gráfica 7). Seis opciones de respuesta suman 233%, por lo que son preguntas independientes; esto es, se efectúa una por una y responden si acuerdan o no con la opción. Escogen la de mayor porcentaje, “No quiero que gane AMLO pero no he decidido entre Anaya y Meade”, con acuerdo de 83%. Dejan de lado el resto y asumen que ninguno escogería a Meade, todos votarían por Anaya, como son 25% los indecisos y de ellos el 83% se irían con Anaya, simplemente los multiplican y resulta que Anaya contaría, por este arte de magia, con 21.25 pp. adicionales, que sumados a los 27.7% de votación efectiva en la encuesta de Mitofsky, ¡le darían 48.95% de los votos! Su lectura es que en “realidad” en abril Anaya se ubicaría 6.5 pp. arriba de AMLO, quien sólo contaba con 42.5% de la intención de voto en esa encuesta.

 

La asignación de los “indecisos” se ha efectuado con mejores métodos y siempre con resultados adversos, por ello se continúa empleando aquel método ideado por Blas Pascal, no para probar sino para convencer que Dios existe, conocido como el argumento de la “Apuesta de Pascal” que, ante una probabilidad desconocida sobre si existe Dios o no, le asigna a cada evento una probabilidad de 50%. Por convención y porque funciona, los encuestadores asignan proporcionalmente y no uniformemente la distribución de la ignorancia, por el principio de Pascal. En resumen, los analistas de Santander cometen muchos errores al realizar su truco, pero desafortunadamente desde el mes de abril persiste en las redes sociales y algunos amigos me siguen mandando esta falacia para orientar mi voto. Asimismo, varios con formación profesional envían argumentos sin fundamento para desacreditar las encuestas, sobre todo las de Reforma. Uno de los más frecuentes se refiere a muestras demasiado pequeñas, ¿cómo es posible que con muestras de 1,000 a 1,500 entrevistas se pueda conocer la opinión pública sobre la intención de voto de una población cercana a los 90 millones de ciudadanos? De eso trata la probabilidad y la estadística.

 

Gráfica 7. Pregunta a los “indecisos”

 

 

 

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Enrique Alduncin es director general de Alduncin y Asociados y de Profesionales en Estudios de Mercado y Cultura

 

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