youtube pinterest twitter facebook

SOMOS LO QUE DECIMOS

“Vivo en Óscar Wilde”. Nombrar los espacios urbanos 

Ricardo Ancira | 21.12.2018
SOMOS LO QUE DECIMOS

Por regla general, el poderoso se adueña de un territorio determinado y, acto seguido, lo bautiza, sea con su propio nombre (Filipinas, por Felipe ii; Stalingrado, Mar de Cortés), sea con topónimos preexistentes: la Nueva España, La Española,1 Nouvelle-Orléans, Congo Belga, New York. Esto es cierto desde el Génesis, cuando Dios autorizó a Adán a dar nombre a animales, plantas y minerales. Antes del pecado original, concedió al hombre el poder de nominar su entorno.

      El título del presente texto no sugiere una improbable relación paranormal entre el narrador irlandés y este columnista. Indica, llanamente, un sitio de residencia, una calle de la Ciudad de México (entre otras posibles). Wilde puede encontrarse en varias calles. Vivir en una casa, en una avenida con un nombre de persona determinado, establece una supremacía del personaje sobre el individuo. Desbalance que no puede modificarse.

      En muchas ocasiones hay cierto orden. La toponimia de las calzadas en algunos barrios es paradigmática: escritores, científicos, profesiones (como la Doctores), flores, árboles, animales, países, ríos, lagos, mares, montañas...

      Puede establecerse un ranking entre las personalidades en cuyo recuerdo, literalmente, habitamos y que forman parte de nuestro currículo. Benito Juárez se lleva, indiscutiblemente, el primer lugar. Existen poco menos de seiscientas vías en la ciudad y veintisiete colonias con ese nombre, además de tres alcaldías: una en Quintana Roo,2 mejor conocida como Cancún, otra en Chihuahua y una más en el extinto Distrito Federal. Hay localidades en las que los apelativos de decenas de escuelas también rinden tributo al Benemérito de las Américas. El segundo lugar lo ocupa también el siglo XIX, representado esta vez por Miguel Hidalgo, en más de cuatrocientas calles, dieciséis demarcaciones, un estado del país y un puñado de alcaldías. También se hallan en buena posición los líderes revolucionarios Carranza, Madero y Obregón.3

      Son arterias importantes las grandes gestas nacionales: Paseo de la Reforma, Insurgentes, Avenida Revolución y Patriotismo, que las engloba a todas. También se recuerdan las instituciones fundamentales: Congreso de la Unión, Ejército Nacional y Marina ídem, Niños Héroes, División del Norte, son recordatorios de nuestra Historia. Diariamente pasamos por ellos, regresamos a ellos.

      También circulamos honrando a los expresidentes priistas Cárdenas (que fue ascendido a “Eje Central”), Alemán y los dos López (Mateos y Portillo).

      Hay vialidades que son fechas: 20 de Noviembre, 5 de Mayo, 16 de Septiembre, pero aún no se incluyen otras, como 2 de Octubre, 23 de Septiembre o 12 de Diciembre. Así, el sistema ha impuesto qué efemérides van en el sentido de la Historia y cuáles han ido en contra del pueblo.

      Algunos barrios o calles connotan pobreza o peligrosidad: Tepito, Guerrero, Candelaria de los Patos, Bondojito, Anillo de Circunvalación, Iztapalapa, Bordo de Xochiaca. Muchos desheredados tienen su domicilio en aproximaciones o en coordenadas: Lote 2, Manzana 6, Prolongación Agrícola Oriental, o bien Andador B-4 #77, antes 28.

      Los hay aspiracionales: Progreso, Altavista, Lomalinda, Buenavista (bautizada de seguro por alguien que carecía de ella). Al mundo prehispánico lo representan la Avenida Cuauhtémoc, la glorieta de Cuitláhuac y Ciudad Nezahualcóyotl. No podía faltar la religión: Parroquia, San Pedro de los Pinos, Diagonal San Antonio, San Juan de Letrán, Isabel la Católica, Santa Fe.

      Otras denominaciones parecen estrafalarias: Calle del Árbol, Barranca del Muerto (de uno desconocido, debemos suponer), Los Reyes-La Paz (casi un oxímoron), Municipio Libre, Niño Perdido, Desierto de los Leones (que ni tiene dunas ni lo pueblan grandes felinos). Entre los extranjeros destacan Bolívar, Benjamín Franklin, Gandhi, Humboldt, Presidente Masaryk, Edgar Allan Poe, Séneca; la colonia Country Club.

      Residimos, pues, en calles cuya nomenclatura es diversa. En el caso de los nombres propios es posible afirmar que la casa del arriba firmante está en Albert Einstein. Jamás lo contrario.

      Nuestro Anillo Periférico no sólo no rodea a la ciudad sino que, además, quedaría guango en cualquier dedo. EP

 

1 Isla caribeña dividida ahora en dos países, la República Dominicana y Haití.

2 Sin demasiado mérito, este mexicano “se adueñó” de uno de los treinta y dos estados, usurpándole a Juárez tal reconocimiento.

3 El primero y el último “tienen” sus delegaciones políticas en la capital. Curiosamente, Francisco I. Madero no; su lugar lo ocupa Gustavo A. Madero, un personaje menor.

 

 

 

_______

Ricardo Ancira es profesor de Literatura Francesa en la FFyL y de Español Superior en el CEPE de la UNAM. Obtuvo un premio en el Concurso Internacional de Cuento Juan Rulfo 2001 por “...y Dios creó los USATM”. Es autor del libro de relatos Agosto tiene la culpa (El tapiz del unicornio, 2015).

Más de este autor