Nos duele la desaparición de un hombre honesto, inteligente, creativo, culto y cordial. En la revista Este País tuvimos la fortuna de contar con él como amigo y colaborador. En 1993, cuando apenas tenía un año como titular de Conaculta, nos encargó una encuesta sobre el patrimonio cultural de México y su conservación (a la pregunta de si cuidar el patrimonio cultural obstaculizaba el desarrollo económico, el 76% de los encuestados respondió con un rotundo “no”).

En el año 2012, antes de volver a ocupar la presidencia de Conaculta, publicó varios artículos en nuestras páginas. Escribió sobre literatura, sobre música, sobre Roma (había sido embajador en Italia): “Hasta el cansancio hemos escuchado que ‘todos los caminos llevan a Roma’. En el mismo sentido,  todos los caminos del arte, de la fantasía, la fe y la tragedia nos conducen a ella, a Roma, la ciudad, el imperio, la culminación de la cultura clásica y el sitio de las pasiones humanas que han inspirado la política, el arte y la diversidad y produndidad de la condición humana”.

En el 2014 nos entregó un articulo brillante, “Unidad en la diversidad”: “La historia de la República se refleja en la historia de sus instituciones de cultura. En cada época, ellas materializan el proyecto de la nación, condensan su significado, le dan símbolos y valores, expresan el alma de la colectividad… Fortalezcamos nuestra capacidad creadora, para que México crezca con esa energía, esa alma que llamamos cultura y que nos hace comprendernos, mirarmos y construir una imagen de nosotros mismos en el curso de las generaciones”.

En abril de 2015 escribió una de las “Cien preguntas para repensar México” que publicamos en nuestro vigesimocuarto aniversario: “Estamos frente a un cambio de paradigma que transforma las preguntas formuladas hace 20 o 30 años. Hoy, la tecnología nos hace ciudadanos globales en permanente comunicación. Un intercambio donde, más que nunca, la cultura es el territorio de todos y ocupa el centro mismo de la vida social, rebasando cualquier valor económico. Volverla el eje del desarrollo más que un deseo es una decisión política necesaria… Si es hoy el origen de nuevos lenguajes creativos, públicos y comunidades, ¿qué función tiene la cultura como sello de identidad en la globalización, como lenguaje propio dentro de la gran lingua franca que es la tecnología, como agente de cambio en una patria global?”.

Hace apenas unos meses nos acompañó en la celebración de nuestro vigesimoquinto aniversario. Entonces dijo una frase inolvidable para todos los que hacemos esta publicación: “La revista Este País es patrimonio editorial de México”. Rafael Tovar y de Teresa siempre quiso lo mejor para la cultura mexicana; esa alma, esa energía que nos sobrevivirá a todos. EstePaís