#Norteando: Trump: la presencia negativa de México
Y por otro lado, la convención republicana de Trump retrató a México como la fuente de todos los males, bofeteando a la Unión Americana. El candidato representó al país como caótico, que le roba trabajos, que le inunda sus fronteras con migrantes indocumentados, que metió a Estados Unidos en una espiral de muerte económica al concretar el TLCAN hace casi 25 años… Si lo de la Casa Blanca fue una ocasión que derrochó dignidad y gravedad, los acontecimientos de Cleveland fueron un homenaje al racismo, la xenofobia, la ignorancia, el odio, y el miedo.
Las calumnias contra México no son nada nuevas en Trump, que etiquetó a los mexicanos, en el lanzamiento de su campaña en junio de 2015, como violadores. Y por un lado, es fácil etiquetar a Trump únicamente como la voz de la pendejez americana, como una fuerza maligna que tarde o temprano se apagará, (ojalá sin hacer demasiado daño en el proceso). Pero hay otros comentaristas y oficiales que, con un discurso más matizado, también buscan pintar a México como un ogro. Y no me refiero a los reportes legítimos sobre la corrupción o el narco en México, aunque el enfoque periodístico en estos rubros ha sido exagerado. Me refiero a los que cínicamente encuentran en México un enemigo conveniente. Éstos, lamentable y seguramente, seguirán en el escenario después de que vuelva Trump a su cueva.
No tiene que ser así; debe de haber un costo para los políticos que denigran a México, que lo utilizan como una herramienta de ataque político.
La forma más sencilla de castigar tales ataques es movilizar votos. El interés más fundamental para cualquier político es su capacidad de reelegirse, y los hispanos representan el grupo del electorado que más va creciendo. (Claro, no todos los latinos en Estados Unidos son de ascendencia mexicana, pero una gran parte sí son, y los ataques contra México son, en efecto, un ataque contra todo el mundo hispano).
Hay 27 millones de estadounidenses latinos que podrían votar en este ciclo. Casi la mitad, son los jóvenes del llamado “sector milenial”, cifra que seguirá creciendo. Lamentablemente, solo el 48% de los hispanos elegibles votan (comparado con el 62% del país), y solamente 37% de estos mileniales hispanos (comparado con 55% de los afroamericanos mileniales y 48% de los mileniales blancos) se dirigen a las casillas.
Una encuesta reciente demuestra que Trump tiene un déficit de 69 puntos ante Hillary, una cifra bárbara y merecida. Ahora nada más falta que voten los que se oponen a Trump, y que apliquen el mismo voto de castigo contra los demás políticos que ven como favorable abusar de México en su discurso.
Los votos son fundamentales, pero hay otras maneras de influir a los políticos. Durante los últimos meses, se ha iniciado una campaña pública, apoyada por el gobierno y empresarios mexicanos, para defender a los mexicanos de los ataques populistas en su contra.
Queda para ver precisamente a qué se dedicará esta campaña, pero según el periódico Politico, un modelo para esta campaña incipiente es Israel y los grupos judíos que operan dentro de Estados Unidos. Gracias a ellos, el antisemitismo abierto ha sido marginalizado; los políticos que utilizan un discurso antisemita han sido duramente criticados y excluidos del poder. Uno puede defender o no las políticas de Israel, y es cierto que su lobby tiene un peso que puede inquietar, además de ser contraproducente.
Sin embargo, no queda duda que el país ha tenido éxito en abolir (por lo menos, entre políticos respetados, previo a la campaña de Trump) un cierto tipo de discurso odioso. Para México, lo de Israel es un modelo relevante.
Ahora, supongo que hay algunas voces en México que tienen miedo de verse interviniendo en la política de un país extranjero. Es una preocupación relevante. Pero cabe recordar que defenderse siempre es válido, y hacer hincapié en las ventajas de una buena relación bilateral también siempre lo es. Dónde las actividades requeridas son más delicadas -es decir, atacar a políticos gabachos que utilizan un discurso racista y movilizar votantes para cambiar los resultados de elecciones- México cuenta con aliados estadounidenses para que los esfuerzos avancen.