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#Norteando: Los pendientes del Partido Republicano

Patrick Corcoran | 12.12.2016
#Norteando: Los pendientes del Partido Republicano

La victoria de Trump y todas sus implicaciones malignas han ocultado lo que podría verse como un grave peligro para el futuro de los republicanos. Pese al triunfo en el colegio electoral, los republicanos perdieron el voto popular por la sexta vez en siete elecciones, con un déficit que se está acercando a 3 millones de votos. Por lo general, los votantes del país no prefieren al partido de la derecha.

 

Peor aún para su viabilidad futura, el grupo que más rechaza a los republicanos son los jóvenes, de los cuáles hay cada vez más, mientras que los que más quieren a los republicanos son los viejos, y ellos serán cada día menos. Es decir, la renovación generacional implica una coyuntura cada vez menos favorable. Los votantes hispanos, asiáticos, y afro-americanos (de los cuales también hay cada vez más) también manifiestan un gran rechazo por los republicanos.

 

Así pues, los republicanos que festejan la victoria del Trump como un signo de un partido fuerte están tapando el sol con un dedo. Y lo más probable es que la salud del bloque republicano se empeore durante el mandato de Trump, ya que su falta de ideología conservadora y sus prioridades muy dispersas abrirán prontamente nuevos conflictos entre los partidarios.

 

El partido está gravemente necesitado de una renovación. ¿Cuáles son los pendientes de hoy en adelante?

 

Un primer paso es dejar atrás las mentiras como fundamento de la agenda republicana. Hoy es el momento para aceptar que el cambio climático es real, y es un problema urgente, si no es que de vida o muerte. Hoy es el momento para reconocer que bajar los impuestos para los ricos y las empresas no es la solución a cada mal económico, sobre todo, en un país con impuestos relativamente bajos. Hoy es el momento para reconocer que permitir la libre venta de armas largas no es una receta para un país más seguro, no existe una protección para tal derecho en una constitución promulgada antes de la invención del revólver. Y podría agregar varias tonterías más, pero el punto es que hoy es el momento de aceptar la validez de la ciencia y la razón, claves de la civilización después de la Iluminación, como guías para gobernar. Construir un partido con base en inventos y mentiras es una receta para una política jodida y una base electoral que vive en una realidad falsa, y ahí se encuentra el partido republicano.

 

Otro objetivo principal, que ayudaría a lograr el primer paso, sería fomentar una nueva mentalidad respecto a que los demócratas no son los demonios y los traidores, como se les pintan ahora, sino adversarios ideológicos. Me imagino que los republicanos lo saben en sus corazones, pero han llegado a ser prisioneros del discurso más extremo, o peor aún, han querido explotar este discurso encendiéndolo para sus propios fines.

 

No es solamente el hecho de que Trump alcanzó relevancia política diciendo que Obama no es americano, contra todas las evidencias. Es igualmente preocupante el hecho de que candidatos presuntamente moderados como Marco Rubio puedan decir que Obama es un traidor que busca debilitar el país que lo eligió, sin que nadie vea tal comentario como el absurdo que realmente es.1

 

Para que el gobierno funcione, los republicanos tienen que dejar atrás la idea de que colaborar con un presidente demócrata es una traición equivalente a la de los Vichy en Francia. Tienen que dejar de fomentar el odio de sus votantes, que está abrumando a todo Washington y haciendo imposible cualquier avance legislativo. Tienen que aceptar la idea de ganar triunfos parciales, y aceptar que a veces está mejor ceder un punto al adversario en lugar de frenar a todo el gobierno para hacer evidente su oposición.

 

Francamente, no lo veo muy probable. Vuelvo a leer las tareas de arriba, y no creo que ni una se lleve a cabo. El trumpismo tiene una base ávida, y por lo pronto, ha sido exitoso. Es un político muy valiente el que rechaza las preferencias de sus votantes, más aún cuando están dando frutos electorales, y ya hemos visto que hay muy, muy pocos valientes hoy en día en el llamado partido de Lincoln. Quizá encuentren un poco de carácter fuera del horno que es la temporada electoral. Ojalá, pero lo dudo.

 

1http://thehill.com/blogs/ballot-box/presidential-races/264627-rubio-obama-has-deliberately-weakened-america 

http://www.cnn.com/2016/02/09/politics/marco-rubio-obama-alex-conant-destroy-america/ 

 

 

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