#LosJuevesAlSol: Spotlight
Spotlight explora una línea de trabajo aparentemente moribunda. El trabajo consiste en encontrar y exponer un hecho, tras la revisión de documentos, el descubrimiento de patrones y la respuesta a muchas, muchas preguntas. El equipo de Spotlight, parte del Boston Globe, ejecuta esta metodología ante los crecientes alegatos y confesiones de abuso sexual de niños y niñas por parte de curas católicos, primero en algunas parroquias de la ciudad, y después a una escala tal que deja marcado a cada personaje de la cinta, creyente o no, y que reescribe su relación con la sociedad que creía conocer y confiar.
He aquí una cinta de ficción (aunque basada en hechos reales) que, mediante su narrativa, intenta plantear una estrategia contra la otra ficción, que comenzó a expandirse junto al consumo masivo del Internet, y ahora se declara como sinónimo de hechos y verdades irrevocables, o "hechos alternativos", según una de las representantes públicas del nuevo presidente de Estados Unidos.
Lo más importante no es la declaración de Conway, sino el posible contraargumento del reportero que la entrevista: ¿con qué herramientas se puede demostrar un hecho? Podría usar las mismas que los personajes de la cinta: comparar documentos; comprobar declaraciones de una persona contra evidencia estadística, anecdótica, histórica y de otros tipos; cotejar afirmaciones de una fuente con varias más (hasta llegar a la construcción de un patrón), 10 o 20 voces señalando un camino, contra una sola que repite la misma afirmación visceral.
Entonces surge otra pregunta: ¿a quién le importa? En la cinta se hace una breve mención sobre el declive del consumo de periodismo impreso y sus consecuencias en noticieros alrededor del país. Ahora es evidente, como se demuestra en este reportaje. Detrás de las complejidades económicas y los nuevos tipos de público, de los periódicos a la televisión y de la televisión al iPad, hay también un conflicto de principios. La comodidad, quizás expresada al máximo en los tweets y los clips de 30 segundos, no es compañera del hecho y del complejo trabajo que implica llegar a éste. Incluso, la comididad podría ser opuesta. La curiosidad puede llevar a la investigación, la investigación puede llevar a la vulnerabilidad, y la vulnerabilidad puede destruir a un mundo previamente conocido, como le ocurre a uno de los reporteros en la cinta, cerca del final. No saber y estar cómodo con ello garantiza más seguridad, para algunos, que saber y estar incómodo, en consecuencia.
Ese camino ocurre en una ficción situada en el 200, y 16 años después, la comodidad parece residir detrás de cada palabra que alguien suelta al público, y que implícitamente, determina como verdadera: Trump va a construir el muro. AMLO es un peligro para la nación. Rusia intervino en las elecciones. El calentamiento global no existe. Y esas sólo son las palabras de esta semana, para la siguiente habrá un nuevo grupo. Y la pregunta no es tanto qué y qué no es verdad, sino cómo se llega a esa verdad. Pero eso implica un esfuerzo. Spotlight es esperanzadora porque provee un camino (para reporteros y lectores) hacia la verdad, aún más accesible con la amplitud y eficiencia del Internet. Aunque la decisión final, como siempre, es humana, entre la comodidad de la fe, manifestada en iglesias e individuos, y la vulnerabilidad de la curiosidad.
* Spotlight está disponible en iTunes
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